
¿Cómo calificar aquella acción de la política internacional de la superpotencia contra Cuba que fue el secuestro de mas de 14.000 niños separados mediante engaño de sus padres y llevados a Estados Unidos entre diciembre de 1960 y la primera mitad de 1961?
Todo se basó en un rumor que la CIA creó y alimento hasta que llegó a la radio y atemorizó a muchos padres. Aquel rumor, alimentado por la Iglesia Católica, decía que el nuevo régimen separaría a los niños de sus padres entre los 5 y 18 años para adoctrinarlos en los principios comunistas.
A la luz del genocidio recién condenado por decimonoveno año consecutivo por la comunidad mundial en la ONU pudiera parecer un delito menor del imperio contra Cuba aquel secuestro múltiple, pero en verdad fue un abominable crimen que no merece olvido.
La operación «Peter Pan» fue un programa que la iglesia católica y el departamento de estado de los estados unidos llevaron a cabo en 1960 para en un periodo de 22 meses sacar la mayor cantidad de niños sin acompañantes bajo la justificación de que el gobierno revolucionario le iba a quitar la patria potestad de los hijos a sus padres para mandarlos bien lejos.
Esta propaganda se desarrollaba bajo condiciones muy confidenciales y secretas , según datos de la iglesia católica saco de cuba 15000 niños, luego de llegar a Miami los llevaban a campamentos de refugiados, les daban asilo político y los enviaban a orfanatos, se lo entregaban a familias adoptivas de EEUU y a otros los enviaron a centro América, adoptados también, la edad de los niños era de los dos años hasta 15 o 16 más o menos.
La falsa ley en que se decía que se les iba a quitar la patria potestad se imprimió en una imprenta en La Habana, en la calle Amargura.
Monseñor Bryan Walsh fue uno de los que acepto la solicitud del departamento de estado de los EEUU para esta operación, un punto clave de la operación fue Mongo Grau y Polita Grau así como Penny Powers (inglesa profesora en Cuba).
Powers fue quien le puso el nombre a la operación Era el enlace clave el grupo de La Habana. Ella daba las pautas a seguir. También la embajada inglesa colaboró en la operación Peter Pan
El 22 de octubre de 1961 llegaron a EEUU los últimos niños que se reconocen oficialmente en la operación Peter Pan.
Con la situación creada por la crisis de Octubre, se rompen las relaciones con EEUU y por tanto todos los viajes hacia ese país.
También se rompen las relaciones entre el Estado Cubano y la Iglesia Católica. La Iglesia formo parte de esta operación y además alentaba y albergaba a los contrarrevolucionarios que hacían sabotajes y ejecutaban a personas.
El hecho que colmó el vaso fue el de un avión secuestrado en La Habana. El piloto comenzó a hablar en ingles, después de unos minutos de vuelo, y los secuestradores pensaron que estaban llegando a USA pero realmente estaban aterrizando nuevamente en La Habana. En este hecho murió uno de los pilotos y el asesino se dio a la fuga, refugiándose mas tarde en una Iglesia Católica que le dio protección.
Luego la Iglesia intentó seguir sacando niños pero vía España, Jamaica y México bajo el nombre de «viajes de la libertad».
De esa manera enmascaraban el nombre de Peter Pan. Estas nuevas vías se convirtieron en las únicas vías legales para llegar a EEUU purd estos niños, al llegar a estos países, ya tenian un convenioa traves de la Iglesia Católica para enviarlos a EEUU.
Se calcula que alrededor de 15 000 niños sin acompañantes viajaron por esta ruta a los EEUU sin acompañantes. Esa era una de la condiciones.
Algunos de estos niños, muy contados, se salvaron porque sus padres tenían dinero e inmediatamente viajaron a EEUU donde se reunieron con ellos, otros fueron victimas de ultrajes y violaciones por sacerdotes y jamás encontraron a sus padres, pues eran del sector mas humilde de Cuba, con escaso nivel cultural.
Los niños se sacaban con una visa Weiber que se hacían en la casa de Polita Grau y su hermano, de esa manera solo era agregar a la lista la cantidad de niños a sacar .
En cuba nadie fue preso ni cuestionado por participar en la operación Peter Pan, la inglesa que sirvió de enlace en Cuba para la operación, murió en Cuba sin ninguna connotación
Por más de 20 años esta operación Madrid que también se llamo así se mantuvo en silencio sin publicidad alguna a pesar de lo mucho que se hablaba de Peter Pan eso duro hasta el año 1981 porque ya para ese año no salian niños de cuba sin acompañantes.
El trauma que creó esta operación en miles de cubanos no se ha podido superar por muchos de las familias afectadas.
Hoy en día se ha conocido que en España existió un importante mercado de niños que amparó la dictadura del general Franco por el cual se robaron muchos niños recien nacidos para darselos a familias católicas y bien posicionadas. No sería de extrañar que muchos de aquellos niños cubanos que llegaran a España fueran tambien entregados a familias adoptivas españolas.
ASI LO CUENTA CUBADEBATE
Fue una operación organizada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Departamento de Estado de Estados Unidos, con protagonismo muy activo de Monseñor Bryan O. Walsh, de la Archidiócesis de la Iglesia Católica Romana en Miami, y la participación cómplice de algunos otros sacerdotes de la iglesia católica en Cuba y en Miami.
Basada en el colosal artificio de que el recién instalado gobierno revolucionario se proponía quitar la patria potestad a los padres de todos los niños cubanos para enviarlos a campos de trabajo en la Unión Soviética, esta operación causó profundo trauma en un amplio sector de la llamada clase media cubana, en tiempos de gran turbulencia social provocada por la revolución.
Se supone que la operación fue dirigida hacia ese estrato social porque el grado de integración con Estados Unidos de la alta burguesía cubana era tal que ésta no requería de asistencia alguna para trasladarse a ese país con sus familias, a donde todos ellos viajaban constantemente para recreo o por motivos de trabajo.
Prueba de ello es que James D. Baker, director de la escuela estadounidense Ruston Academy -donde por cierto yo concluí estudios en 1955 de bachillerato y “high school”- fue una de las figuras centrales en la isla de la Operación Peter Pan y sin embargo ni uno solo de los más de 14,000 niños secuestrados era alumno de aquella escuela que estaba selectivamente reservada para hijos de estadounidenses radicados en La Habana o de cubanos de altos ingresos.
Aquella operación generó innumerables traumas en el amplio número de familias afectadas, con consecuencias diversas.
Hubo rupturas que no han podido ser reparadas por el tiempo y otras compuestas luego de largos años de resentimientos que dejaron huellas. Ha habido, de una y otra parte de la relación filial, suicidios por motivo de complejos de culpa, hijos que han reaccionado con resentimiento contra sus padres pese a reconocer que fueron víctimas de engaño. Algunos han identificado al culpable verdadero pero otros, injustamente, han señalado al gobierno de su país natal por no haber sido capaz de impedir el crimen.
Obviamente, se comprende que la poderosa maquinaria de inteligencia y mediática de Estados Unidos disponía de sobrados recursos para burlar al inexperto gobierno cubano que se percató que impedir por medios policiales o administrativos los viajes de los niños al amparo de la iglesia habría reforzado las falacias sobre “los propósitos comunistas” de retirar a los padres la patria-potestad.
Para ciertos estudiosos del tema, incluso algunos que fueron parte del éxodo infantil y hoy son ciudadanos prominentes de Estados Unidos, la operación tenía entre sus propósitos el de desangrar a Cuba del talento que en el futuro la Isla necesitaría para poder sobrevivir y desarrollarse sin apoyo norteamericano.
Ese talento técnico y profesional se concentraba entonces en personas pertenecientes a familias de altos ingresos (proclives a ser opositores de las proyecciones de la revolución) pero también, de manera considerable, en familias de las llamadas clase media alta y baja, que inicialmente apoyaban la revolución pero eran propensas a entrar en conflicto con ésta en la medida en que vieran sus intereses perjudicados por expropiaciones antes que madurara en ellos una conciencia política orientada a la justicia social.
Durante la Operación Peter Pan, a inicios de los 60, más de 14 mil niños fueron arrancados de sus familias por culpa de una sucia maniobra política orquestada desde el Norte
Los niños, que fueron enviados con premura y sin sus padres a Estados Unidos y ubicados en 35 diferentes estados de esa nación, fueron alojados en casas particulares o albergues expuestos a muchos peligros a causa de la desprotección filial.
Muchos han escrito libros y poemas, compuesto canciones y realizado documentales fílmicos que han especulado acerca de los hechos relacionados con esta triste historia.
En la actualidad hay en Estados Unidos ¨famosos Peter Pan” de uno y otro lado del debate en torno a la autoría de tamaña monstruosidad. Hay quienes se han asido a sus raíces y defienden fielmente a su terruño y su gente, y también quienes, asimilados por el imperio, han dado la espalda a su patria situándose del lado del país que los secuestró siendo niños y no ha cesado de agredir a su país natal. Entre estos últimos, el senador Mel Martínez y el músico Willy Chirino son dos de los más publicitados.
Pero el gobierno de los Estados Unidos durante cincuenta años ha impedido reiteradamente la desclasificación solicitada de 1500 documentos que servirían para aclarar casi todos estos aspectos.
¿Tendrán los Peter Pan, que tanto sufrieron hace medio siglo el trauma insuperable de verse arrancados de sus familias por motivo de una maniobra terrorista tan cruel, que esperar por una acción tipo Wikileaks para que sus hijos, nietos y ellos mismos conozcan como fue proyectado y realizado realmente aquel crimen?
Por Manuel E. Yepe en CUBADEBATE