
La Plaza de Dolores en Santiago de Cuba es uno de los lugares de obligada parada para cualquier visitante ya sea extranjero o nacional, es además tránsito diario de personas y transporte urbano.
Aquí se erige imponente un conjunto de edificios emblemáticos de la ciudad, alrededor de la plaza, tales como la Sala de Conciertos Dolores, el antiguo Colegio de Dolores hoy Escuela Preuniversitaria Rafael María de Mendive, la antigua casa de Antonia Santa Cruz Pacheco, la rica abuela de la familia Portuondo Tamayo, actualmente es el restaurante Matamoros.
Al frente se encuentra la casona # 460, una construcción de principios del siglo XIX, que acogió en los siglos coloniales a familias ilustres.Juana Aguilera Kindelan, hija del prócer Francisco Vicente Aguilera, habitó en el inmueble cuando contrajo nupcias con uno de los que fuera propietario del inmueble, Luis García de Luna y Kindelan, quedando luego en manos de sus descendientes.
El balconaje de la espaciosa edificación es del tipo corrido con el inmueble aledaño, la Taberna de Dolores o Bodegón Criollo y está considerado como uno de los exponentes de la época colonial mejor conservado en la urbe santiaguera.
Por sus valores y posibilidad de rescatar la casona, arqueólogos, proyectistas, alumnos y profesores de la Escuela Taller de Oficios Hugo Luisi de la Oficina del Conservador de la Ciudad se encuentran restaurando el edificio con el propósito de que aquí se asiente la Casa del Vinilo Cubano o Proyecto Son Eros, para la promoción de la música cubana, fundamental del son.
El Bodegón por su parte, casa donde vivió Vicente Aguilera y que en años anteriores fue uno de los espacios más concurridos por santiagueros y foráneos por la agradable oferta gastronómica, el espacio confortable y la buena música tradicional, hoy ya no luce esos atractivos.
La escasa oferta gastronómica y la inexistente gestión de su gastronomía hacen que está hermosa edificación pase desapercibida para los santiagueros. Son pocos los que se llegan a refrescar con un trago de ron ligero, un cóctel tropical o una cerveza fría, en el Bar Pasaje, en los bajos de la casona.
Instalaciones emblemáticas como está, con una rica historia patrimonial que conservar debería de ser protegida por la máxima autoridad de la provincia, debido a todo el valor que contiene tanto histórico como patrimonial.
Para los santiagueros la Plaza Dolores y todo el conjunto de edificaciones que la rodean significan un baluarte esencial para la salvaguarda de la memoria histórica de nuestro territorio.
En un paseo por la Calle Heredia siempre apetece tomar una bebida refrescante, y una buena opción es el Bar Pasaje, en el añejo Bodegón.
Si desea disfrutar de un rico y refrescante cóctel, un trago de ron ligero o una refrescante cerveza fría, no dude en llegar hasta el Bar Pasaje, en los bajos del Bodegón, ubicado en frente del Boulevard Santiaguero.
Así puede darse un baño de historia en esta institución patrimonial, que fuera durante el siglo XVIII y XIX el hogar del prócer Francisco Vicente Aguilera, motivo el cual está calle toma su apellido y que aún resiste el paso de los años.
Ahora el bar con una nueva gestión de comercialización con una Mipyme, ofrece servicios de coctelería y en el cual lo atiende un bartender con una excelente atención al cliente., Rubén Moreno (Bartender)